Cirugía Refractiva con ICL

¿Qué es una Lente ICL?

Un defecto óptico (Miopía, Astigmatismo o Hipermetropía) puede corregirse con anteojos, lentes de contacto o cirugía. La Cirugía Refractiva puede hacerse con Laser Excimer (LASIK o PRK) removiendo tejido corneal, o colocando Lentes Intraoculares, que pueden ubicarse en cámara anterior (delante del Iris) o en cámara posterior (detrás del Iris). Esta última opción es la de ICL (Lente de Contacto Implantable ó Lente de Colamero Implantable).

Luego de intensas investigaciones, pruebas de biocompatibilidad y diseños, la Lente ICL comenzó a comercializarse en 1997. Actualmente hay más de 500.000 lentes implantadas en el mundo y tienen un historial de resultados clínicos estables y altos niveles de satisfacción de los pacientes. El último diseño es la Lente ICL V4c (con CentraFLOW).

¿De qué está hecha la ICL?

La ICL está hecha de Colamero ®, que es una sustancia que se produce naturalmente en el cuerpo. Esto hace que sea altamente compatible con la estructura y fisiología normal del ojo, por lo cual no ocasiona ningún tipo de reacción en su interior.

¿Cómo es la Cirugía?

Es un procedimiento breve, sin dolor y recuperación inmediata. Debido a que la Lente ICL es muy delgada y plegable, sólo se requiere una pequeña incisión (3 mm) para inyectarla y desplegarla dentro del ojo, ubicándola en la cámara posterior entre el iris y el cristalino. Estas características hacen que el procedimiento sea breve, con una recuperación rápida (1-2 días) y mínimas molestias. Luego de la cirugía el paciente es controlado, y habitualmente pueden reanudar su vida normal en 24 o 48 horas.

¿Quiénes son buenos candidatos a una ICL?

Las condiciones que deben reunir los pacientes para el implante de una ICL, son las siguientes:

  • Edad entre 21 y 45 años
  • Miopía leve, moderada o severa (desde -1.00 hasta -20.00 dioptrías), con o sin astigmatismo
  • Adecuada profundidad de la cámara anterior
  • No haber experimentado cambios en la graduación de sus lentes (mayor de 0.5 dioptrías) en un año
  • No tener alergia a los medicamentos utilizados en la cirugía refractiva u otras contraindicaciones.
  • No haber tenido ningún tipo de cirugía oftalmológica, ni enfermedades oculares como Glaucoma, Uveítis, Alteraciones Corneales o Retinopatía Diabética.
  • No estar en periodo de embarazo o lactancia.

¿Qué complicaciones podrían ocasionar el implante de una ICL?

Como cualquier cirugía, el implante de una ICL no está exenta de complicaciones. Las más importantes son:

  • Aumento de la presión ocular: En algunos casos, puede haber un aumento en la presión ocular, que habitualmente es controlada con colirios y muy raramente es necesaria una cirugía.

  • Opacidad del cristalino: Dado que la ICL se coloca entre el iris y el cristalino, puede ser que éste sea tocado por la ICL y comience a formarse una Catarata. Con el nuevo diseño (V4c) esta complicación ha disminuido grandemente, se produce en menos del 1 por ciento de los pacientes con ICL. En caso de formarse una Catarata, se procederá a la extracción de la ICL y se reemplazará la catarata por una Lente Intraocular.

Ventajas sobre otras cirugías refractivas:

Cirugía Reversible: A la inversa de las cirugías refractivas corneales (LASIK o PRK), donde la remoción del tejido corneal ocasiona cambios irreversibles, el implante de una ICL es una cirugía reversible. La lente ha sido fabricada para permanecer indefinidamente dentro del ojo, pero si fuera necesaria su extracción o sustitución (casos sumamente raros), el procedimiento es simple a través de una mini-incisión.


La ICL puede colocarse en altas miopías, ojo seco o corneas delgadas, donde la cirugía con Laser está contraindicada.


Protección UV: El material de la ICL contiene un filtro que bloquea la radiación ultravioleta (UV), previniendo así el daño que estos rayos ocasionan en las estructuras oculares internas, especialmente Cataratas y Alteraciones Maculares.


Invisible: La ubicación de la ICL en la cámara posterior del ojo, hace que la lente sea invisible para el paciente y para cualquier observador.


Las ICL pueden corregir astigmatismo y miopía o hipermetropía en un solo procedimiento. Cada lente se fabrica de forma personalizada según las necesidades de cada paciente


La satisfacción del paciente con ICL es muy alta, porque el diseño de esta lente proporciona muy buena calidad visual